Uno. Carta a mi hijo

Al ver tus ojos mirarme por primera vez, supe que eras ese príncipe azul que me habían prometido Los cuentos. Lo nuestro fue amor a primera vista. Y es un amor que crece al pasar de los días.

Un año entero que se pasó tan rápido como un suspiro en el aire. Un año que te confieso no ha sido fácil. Pero esa sonrisa tan simple, la inocencia en tu mirada y tu sola presencia tienen en mi un efecto mágico. Hacen que todo lo turbio se aclare. Que mi cuerpo cansado vuelva a recuperar la energía. Que mi mente a veces divagando vuelva a su cauce.

Pienso en tu futuro constantemente.  En lo que tendré que hacer para que seas ese hombre bueno que quiero que seas. En que como madre gastaré mi vida entera amándote a pesar de que algún día inevitablemente te irás con alguien más …

Hijo, mientras ese momento llega, quiero que sepas que jamás dejaré de ser tu sombra. Que mi amor será tu refugio. Quiero que sueñes, que dejes tu imaginación correr. Que te revuelques en el barro y llegues con las manos llenas de bichos así sean mi mayor fobia en la vida. Quiero que te caigas miles de veces y así yo pueda levantarte y ayudarte a curar las heridas de tu cuerpo y  también las de tu alma. Quiero darte millones de besitos antes de que te avergüences por ello. Agarrarte de la mano hasta que me digas que ya eres grande para eso. Quiero ser la última en darte el beso de las buenas noches hoy, mañana y siempre. Quiero enseñarte a rezar y a que seas fuerte en espíritu, pues no sé como enseñarte a ser fuerte con las manos. También quiero enseñarte que los hombres también lloran así sea en secreto, pero no tiene nada de malo porque las lágrimas no son sinónimo de debilidad sino emociones que se materializan para poder salir del cuerpo. Quiero que aprendas modales. Que seas correcto desde pequeño y enseñarte que valorar a una mujer es uno de los mayores méritos de un verdadero hombre. Quiero que seas curioso, que no de te de miedo aprender, experimentar e intentar y que sepas que todos los caminos están libres para quien decide recorrerlos. Aunque no lo creas, quiero que te rompan el corazón, pues es así como aprenderás sobre el amor, aquí estaré yo para abrazarte y si no me quieres contar por lo menos cuéntaselo a tu padre. Quiero que acompañes a tu hermana. Quiero que peleen y se abracen, que se protejan, que se acompañen y sean cómplices, pues es así con los hermanos con quienes forjamos los verdaderos lazos de una amistad eterna.

Y te pido algo más. Que sea lo que sea, sin importar lo que la vida te ponga en frente, quiero que me prometas que siempre elegirás ser feliz.  Ten la seguridad de que Yo te apoyaré.

Te amo más de lo que las palabras pueden expresar. Gracias por llegar a mi vida. Y te prometo que haré lo mejor que pueda. Feliz primer cumpleaños mi principito de cuento.

Mamá.