Cómo olvidar el momento en que mi vida cambió. Fue cuando oí su llanto por primera vez. Nada de lo que había podido experimentar antes podría haberme preparado para ese sublime instante. Luego ví sus ojos, solo por unos segundos y entendí por qué dicen que el verdadero amor es el que nace del corazón de una madre. Y a partir de ese entonces comencé a entenderte mucho más. He podido comprender el por qué mis dolores son también tuyos. Por que cada uno de mis logros hace saltar tu corazón de alegría. Por qué tus desvelos en esas noches en que yo mientras me divertía en alguna parte tu me esperabas con tu mirada en la ventana. Por qué cuando mi corazón estaba roto el tuyo estaba destrozado. Y lamenté así también las veces en que por mis estupideces te hice sufrir. Porque el ser madre es vivir para los hijos, sentir lo que ellos sienten, sufrir y reír con ellos, celebrar cada uno de los segundos a su lado. Recuerdo ese día frío en que mi hija por fin decidió venir al mundo. Estuviste a mi lado como siempre, apretando mi mano y dándome las fuerzas que sentía que se agotaban con el paso de los segundos. Fue tan hermoso poder tenerte ese día conmigo. Ella te sonrió como si ya estuviera esperando ver tu rostro, y tus ojos se iluminaron de inmediato. Luego esa noche, su primera noche de vida, estuvimos las tres, era un triángulo perfecto, un momento que jamás olvidaré. Pensaba y le rezaba a Dios “ayúdame, guíame para que pueda ser una madre como la mía” porque no me cabe la menor duda que la mejor madre del mundo eres tú. Cada uno de tus cuidados, tus mimos, tus palabras desde el día en que nací hoy tienen un significado invaluable. Cada día es la sonrisa de mi hija quien me recuerda que no tengo nada qué temer. Porque tengo a la mejor maestra, mi madre que hoy me enseña a ser madre. Y que estés en donde estés siempre estarás a mi lado y yo siempre estaré en tu corazón y tu en el mío. Quiero agradecerte por haberme dado la vida, porque hoy entiendo que aunque ser madre no es nada fácil, es también la labor más noble, más gratificante, más dulce, más importante del mundo. No existen palabras, y tampoco actos, que puedan retribuir de alguna forma todo lo que haz hecho por mi. Te amo mamá, hoy una abuelita hermosa. Ese lazo que hoy nos une le da significado a mi vida. Hoy se que nada en el mundo tiene mayor valor que ver la sonrisa de un hijo, por eso hoy sonriendo te digo ¡Feliz día mamá!
Mamá
10
May