Hoy es el Día de las Brujas, Halloween, o como lo nombran en los colegios en los Estados Unidos, Fiesta de la Cosecha. Sea como sea el día de hoy tiene un toque de misterio y muchos aprovechan esa magia que se siente en el aire para invocar lo oculto. En lo personal a mi no me gusta pensar en los “espíritus chocarreros”, bien dicen por ahí lo que está quieto, déjelo quieto. Es más ni siquiera volví a ser capaz de verme una película de miedo. Yo disfruto del Halloween sin pensar mucho en esas cosas y me enfoco en los disfraces, la algarabía, los niños felices, los dulces, las fiestas etc… pero hay algo de lo que se me ocurre hablar hoy aprovechando el momento. Hablemos de brujas. Pero no de las que vuelan en escoba, sino de nosotras las mujeres porque todas tenemos una brujita adentro.
Para muchos, sobre todo hombres, es difícil entender como un grupo de mujeres puede llegar a entablar una relación de amistad sincera. He leído mucho sobre como las mujeres tenemos una naturaleza competitiva. Incluso recientemente un estudio reveló que a las mujeres les gusta poner fotos en Facebook donde sus amigas salgan feas. Reconozco que nosotras podemos llegar a ser dramáticas, que todo lo analizamos, que nos montamos videos en la cabeza y que muchas veces llegamos a tener grandes conflictos con miembros de nuestro propio género porque no nos digamos mentiras, a veces hay quienes nos provocan y tenemos que hacer uso de esa bruja interna.
Pero de algo si me he dado cuenta es que también con el paso de los años las amistades que se forjan entre mujeres se van convirtiendo más en hermandad que en competencia. O por lo menos eso me ha pasado a mi. Estoy orgullosa de poder contar con un grupo de amigas distinguido, reducido, pero muy sustancioso. Si lo ponemos en términos de brujas, pertenezco a selectas cofradías que me sirven de apoyo en momentos en que lo necesito, grupos de brujitas de magia blanca que admiro porque son súper poderosas, valientes y admirables. No lo voy a negar, chismoseamos, criticamos y nos divertimos. Eso sí cuando se cruza una que otra bruja de esas de categoría conflictiva, a esas hay que mantenerlas mejor de lejitos. Si tiene una rondando, contrario a lo que dicen por ahí que para alejar una bruja hay que insultarla, a estas mejor ni las determine. Y existen! Yo se por qué se lo digo, de que las hay las hay.
Hoy quiero decirle a todas esa brujitas buenas que tengo alrededor que las quiero y que agradezco que hayan puesto un hechizo de amistad en mi vida. Entre brujas nos entendemos. ¿Ustedes que opinan? ¿somos la mujeres en realidad brujas las unas con la otras?
Jajajaja Yo creo que si tenemos de brujas un poquito, sobre todo con la que se lo merece jajaja. Pero como dice la autora del blog, también esta el combito de las brujas bacanas a el que pertenecemos. Y el lema es, Lo que es con ella es conmigo nojoda!!!. Asi que las brujitas si podemos ser amigas, hacer parte de la rosca. Hmmm lo malo de la rosca es….. no estar en ella jaajja. No le den tanta cabeza y disfrutemos el halloween como niños 😉