La inspiración es algo que llega inesperadamente. Hay una sensación de quietud antes de que llegue dicha inspiración. Es como cuando cae un rayo. Golpea con fuerza, te sacude y de repente te ves obligado a crear. Esa es la única manera en que puedo describir lo que sucede dentro de mi mente y mi corazón cuando surge una idea en mi cabeza que llena todo mi cuerpo con una energía tan incontrolable que lo único que me queda por hacer es escribir. Así es como, en una de esas etapas complicadas de la vida, sintiéndome agotada y consumida por la rutina y el deseo de un cambio, se me ocurrió una idea para una historia corta bilingüe.
Sí, fue hace más de 3 años cuando escribí una historia que pretendía ser un simple tweet. Entonces pensé, qué increíble sería si pudiera acompañar esta pequeña historia con un lindo dibujo. El problema era que dibujar no es en absoluto uno de mis talentos. De hecho, creo que mis hijos dibujan mejor que yo. Así que llamé a la única persona que sabía que podía crear exactamente lo que quería. Tania y yo hemos sido amigas durante años y hemos trabajado juntas en el pasado. Ella creó la ilustración para mi primer libro y es una de las mejores artistas que conozco. Le conté mi idea. Y ella me ayudó, también porque casualmente se estaba sintiendo exactamente cómo me sentía yo. Ambas estábamos buscando un golpe de inspiración para salvarnos de algunos sentimientos negativos que se estaban apoderando de nuestras vidas. Así es como nació #Thebrokenheart. La historia de un corazón roto que se derritió hacia la felicidad. Poco sabíamos que esta simple colaboración sería el comienzo de un extraordinario viaje de creatividad en el que las dos descubrimos que incluso cuando estás en medio de una tormenta oscura, es precisamente ese rayo de luz el que puede dirigir tu vida hacia el camino correcto.
#ShortyTales #TheBrokenHeart #Microstorytelling by @paobsur illustration by Tatiana Williams @Blubellfuzz pic.twitter.com/ALZjx341Rn
— Paola B. Sur (@paobsur) February 14, 2016
Semana tras semana nos encontrábamos hablando de otra nueva idea para crear otro cuento. Empezamos a llamarlos Shorty Tales. Sentimos que esas historias eran nuestro combustible. Una increíble energía positiva comenzó a crecer dentro de nosotras cada vez que desarrollábamos una de nuestras ideas. Y en los momentos en que los sentimientos negativos intentaban volver, fue precisamente la creación de Shorty Tales lo que pareció ser nuestro gran escape. Además, a nuestros amigos les empezaron a gustar nuestras publicaciones y las ideas se convirtieron en una serie de micro historias para niños en las redes sociales. A nuestros hijos también les comenzaron a gustar nuestras historias y recibimos muchos comentarios positivos sobre ellas. Sin embargo, al cabo de un rato, nos detuvimos. No es necesario explicar las razones. Las tormentas de creatividad también tienden a ir y venir. Pero en ese periodo de tiempo en que dejamos de crear nuestras pequeñas historias, siempre sentí un vacío.
En esa época logré publicar mi segundo libro (la traducción de mi primer novela) y me ocupé en ese proyecto. Tania también trabajó en sus propios asuntos. Pero Shorty Tales era como una piedra en el zapato. No estaba lista para decirle adiós definitivamente a esas historias e intenté ignorar la sensación tanto como pude. Hasta que un día se me ocurrió algo. Shorty Tales podría convertirse en un libro. No solo eso. Comencé a soñar con hacer muchas cosas más con esas historias. Y sabía exactamente con quién podía hablar sobre ello y estaba ansiosa por contarle a esa persona mis locas ideas. Claudia también ha sido mi amiga durante años, y también ha trabajado conmigo en el pasado. No solo es una diseñadora muy inteligente y talentosa, sino que también es aquella amiga a la que acudo siempre para asesorarme sobre decisiones profesionales y también en cuestiones tecnológicas, desde “cuánto dinero debería pedir por este trabajo” a “por qué mi iPhone no funciona correctamente”. Comenzamos a hablar sobre la posibilidad de hacer de Shorty Tales una marca, una plataforma que podría servir de muchas maneras para promover el multiculturalismo y la lectura.
Para hacer más corta la historia, hace aproximadamente un año y medio decidimos que íbamos a hacerlo. Las tres. Sabemos que para poder crear el proyecto que tenemos en nuestras cabezas llevará tiempo. Pero teníamos que empezar de alguna manera y así es como decidimos comenzar con una colección de historias bilingües en un libro. Hace unos días recibí mi copia por correo. Tenerlo en mis manos fue increíble y estoy muy feliz con los resultados. El libro es absolutamente hermoso y lleno de amor. Tomé algunas fotos de mis sobrinos con el libro y volví a estar segura de la misión detrás de todo esto. Vivimos en un mundo que necesita romper esas barreras lingüísticas y culturales. No por nosotros, sino por ellos. Nuestros hijos necesitan heredar un mundo que abrace las diferencias, que invite a que aprendamos el uno del otro. Este primer libro es solo el comienzo de mucho más por venir. Queremos que nuestras historias se traduzcan en otros idiomas, crear más colecciones, productos a su alrededor, poder mejorar la experiencia de contar historias añadiendo nuevas tecnologías y crear una plataforma para que los niños aprendan otros idiomas, se inspiren a nivel personal y estén motivados para aprender.
Como pueden ver, Shorty Tales es mucho más que un rayo de luz. Queremos que sea una gran tormenta de posibilidades. Por ahora, quiero invitarlos a que vean y aprendan más sobre nuestro proyecto en www.myshortytales.com y los invitamos a que apoyen nuestra idea comprando nuestro libro en Amazon y Barnes & Noble. ¿Qué opinan de esta primera colección de cuentitos? ¡Contáctanos! Pueden seguirnos en nuestras redes Facebook, Instagram y Twitter. ¡Gracias por su apoyo!