Illustration by Tatiana Williams @creativebluedust
¿Qué pasaría si de repente alguien tuviese el poder de quitarnos nuestros sueños? ¿Qué sería de un mundo donde sus habitantes de repente perdieran la capacidad de soñar? Para mi la respuesta es simple. Una persona sin sueños es alguien fácil de manipular. Un mundo sin sueños, sería un lugar fácil de dominar. Por eso pase lo que pase, se tiene que luchar por ellos. De ahí la idea de encontrar algo que nos lo recuerde de vez en cuando, como la presencia de una estrella fugaz por ejemplo. Este es el tema central de mi novela El Lago de los Milagros: los sueños, nuestra capacidad de luchar por ellos y las estrellas como simbolismos estructurales en el desarrollo de la trama.
Cada quien tiene un fuego interno que se enciende cuando nos ilusionamos con algo que queremos conseguir. Muchas veces la rutina, las expectativas, los planes de vida, van apagando la llama. Los sueños se van compilando en un archivo que generalmente está en nuestro corazón, y con el tiempo se van empolvando hasta que llega el día en que los olvidamos y nos convencemos de que somos incapaces de lograr lo que queremos. Es ahí cuando permitimos que otros nos digan qué es lo que tenemos que hacer para ser felices.
En mi novela sin embargo, existe un elemento de maldad que físicamente se apropia de esta capacidad y le quita los sueños a todos y cada uno de los seres de Lubathar. En la vida real, afortunadamente, el poder soñar y luchar por lo que queremos depende de nosotros mismos. Nada ni nadie nos puede quitar esta condición.
La vida está compuesta de pequeños y grandes sueños y cada quien es responsable de mantener su fuego interno para poder perseguirlos y no permitir que otros dominen nuestros deseos e ilusiones. Es cierto. Algunos sueños se cumplen, otros no. Es como en el amor, hay relaciones que funcionan y otras no, pero de todas aprendemos. En el camino y en la lucha por cumplir nuestros pequeños y grandes sueños, está la base de la felicidad. No es feliz el que consigue un objetivo, es feliz quien disfruta del camino para llegar a él. Cuando se cumple un sueño inmediatamente nace otro. Cuando no se cumple, el sueño se transforma. Pero los sueños no mueren jamás, así nos olvidemos de ellos, ellos viven en nuestro corazón. Así como las relaciones humanas, los sueños también necesitan cariño, dedicación, trabajo. Es cuestión de que cada quien encuentre su “estrella fugaz”, ese algo que le recuerde el por qué de sus sueños y que no debe dejar apagar esa llama porque es la que le da luz a toda nuestra existencia.
Las estrellas en el Lago de los Milagros, son representación de esa luz que no debemos dejar apagar. En lo personal, el cosmos es algo que siempre me ha cautivado y entiendo que el universo esconde maravillas que los seres humanos no logramos comprender. Con mis personajes busco de alguna manera expresar nuestra fascinación e interés en observar las estrellas y su conexión simbólica con el acto de soñar.
Me gustaría que compartieran sus opiniones conmigo. ¿qué sueños han cumplido? ¿qué sueños quisieran cumplir? ¿cómo mantienen ustedes la llama interna? Y para los que han leído mi novela, cuéntenme, ¿qué les pareció la relación de los sueños con las estrellas en la historia?
¡Nos vemos en la FILBO! Te invito a dejarme tus datos para más detalles y más sorpresas que tengo preparadas y que no te puedes perder.
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