Antes que nada quiero disculparme por mi gran ausencia. Creo que las que son mamás, o por lo menos su gran mayoría, me entenderán. Hace seis meses nació mi segundo hijo, Erik. Y aunque su llegada fue una alegría inmensa, trajo a mi vida nuevos retos y una nueva dinámica que no ha sido fácil sobre llevar. Nos pasa a todas, o bueno a casi todas, cuando tenemos un bebé. Llega un periodo de ajuste, o al que yo le llamo “la fase de hoyo negro”. Ojo, no soy sicóloga ni mucho menos, no tengo autoridad para hablar de la depresión post- parto. Yo hablo de ese proceso intermedio, entre el baby blues y el “¿cuándo demonios volveré a tener una vida medianamente normal?”. Es decir, cuando uno no se halla. Cuando no tiene tiempo ni de lavarse el pelo y su casa parece haber sido sacudida por un terremoto, que en mi caso tiene tres años y se llama Eva. Para no hacer el cuento largo, han sido 6 meses de ajustes y crisis a nivel físico, económico, emocional, mental y hasta espiritual.
No es fácil decir lo que estoy a punto de admitir. Me siento mal conmigo misma y con mi entorno. Pero del hoyo al meollo. O salgo de acá o me hundo y me ahogo. No quiero ser la mamá quejambrosa, esa que aburre a todo el mundo con sus problemas. Voy a tomar acción aunque dar ese paso no es fácil.
Esta soy yo, sin filtros, al natural. Con el embarazo de Erik aumenté 62 libras. Sí, leyó bien, 62. Y aquí estoy 6 meses después 31 libras menos y otras 31 que quiero eliminar. Podría poner la foto tipo red social. No. Hoy he decidido poner una más real y comenzar con total honestidad.
Mi pelo parece un trapero enmarañado, no me hago un manicure desde diciembre, estoy sin trabajo, de mudanza, llena de deudas pero con ilusiones. Y esas ilusiones son las que me van a sacar de aquí y por supuesto ustedes me ayudarán, si me leen y me siguen leyendo, que espero que así sea.
He decidido comenzar una serie que he titulado De madre a fénix: el reto de re-inventarse siendo mamá, en donde desde mis propias experiencias narraré cómo iré reconstruyendo mi vida desde las cenizas en las que me encuentro. Cuenta la leyenda (o por lo menos la versión que más me gusta) que el Ave Fénix vivía en el paraíso. Cuando Adán y Eva fueron desterrados de allí, el pobre animalito corrió con tan mala suerte que de la espada de un ángel, por razones que no logra entender mi lógica pero asumo que la lógica en el paraíso era diferente, se desprendió una chispa que dejó su nido en llamas. Pero como el fénix fue el único animal que no comió del fruto prohibido, a lo mejor era intolerante a la manzana, entonces Dios le concedió el don de la inmortalidad. Así desde las cenizas, el ave fénix renace una y mil veces más fortalecido y radiante. Tal vez esté usted en una situación como la mía, o ya la pasó y nos puede dar tips de cómo salir de ella. Lo que quiero es convertir mi vida de una mamá en crisis a la de una mamá fénix. Para esto, además de mis temas tradicionales, añadiré otras cosas que me ayudarán a re-inventarme y que tal vez pueden servir a otras mamás que como yo no encuentran salida del hoyo:
Mamás en forma: Ejercicios y actividades para estar en forma y recuperar el buen estado físico de la era pre-mamá.
Recetas: desde cosas sencillas del día a día, las dietas de moda, cómo comer bien y ayudar a su familia a llevar una buena alimentación.
Mente y espíritu: consejos para encontrar paz y tranquilidad.
Finanzas: no se puede hablar de estabilidad en otros sentidos si este tema no esta controlado. Vamos a aprender juntas.
Pareja: Tener una buena relación de pareja es indispensable. Pero a quién vamos a engañar, ya no tenemos el tiempo, las ganas, y la actitud de antes para dedicarnos a la pareja. Pero de que se logra, se logra…
Así que bienvenidas, este será mi reto y si lo quieren también el suyo. Me re-inventaré y transformaré ante sus ojos. Tal vez llegue a inspirarlas, a ayudarlas, dejar que ustedes me ayuden, o simplemente las haga reír. Recibo comentarios, sugerencias, lo que quieran. ¡Gracias por su apoyo!
Una de las cualidades que mas admiro de ti es la honestidad y corazon que le pones a cada uno de tus artículos y la fuerza con que enfrentas cada reto. No se si es porque somos Amigas o porque en eso nos parecemos por ser Arianas, jajajaj pero por una o la otra, la cosa es que estoy feliz que retomes el blog. Que nos inspires y que nos hagas reir con cada historia. I’m proud of you 😉
Gracias amiga! Tu apoyo es y será siempre importante para mi. 🙂