Frustración. Es ese sentimiento que le revuelve a uno la bilis. Que deja un grito en la mitad de la garganta, como si de tanta fuerza se hubiese quedado atascado a medio camino. Cuando la frustración viene de un error que uno comete pienso, es más fácil lidiar con ella porque uno tiene que reconocer sus errores, ser humilde y aceptarlos para corregirse y salir adelante. Pero cuando los demás nos juzgan injustamente, cuando caemos en juegos de palabras con otros que no piensan lo que dicen, es más difícil.
Más de una vez me ha tocado lidiar con el veneno de los demás. Con su arrogancia y su manipulación sin límites. Cada vez que pienso en que no me volverá a pasar, algo sucede y me topo con una de estas personas tóxicas, esas que tienen una cara amable y por dentro un corazón lleno de sal y vinagre. Y me pregunto ¿qué hacer? Jamás podré evitar que ese tipo de personas lleguen a mi vida. Entonces tendré que encontrar la manera de que ellas no me dejen así con ese horrendo sentimiento llamado frustración.
La última vez que me sucedió permití que una de esas personas destilara su veneno y caminara sobre mi vida como “Pedro por su casa”. Logró hacerme ver como una villana de cuento, yo caí en su juego de veneno y perdí mi empresa, mis amistades (que gracias a Dios con el tiempo recuperé) y hasta casi pierdo mi relación con quien es mi actual esposo. Debo reconocer que al haber yo caído en la trampa, también cometí grandes errores de los cuales hoy me arrepiento. Hice y dije cosas que no debí. En vez de enfrentar la situación, me escondí, me sentí derrotada y hasta culpable, cayendo en una etapa muy oscura de la que tardé años en salir. Ahora estoy en una situación parecida, enfrentando a otra persona tóxica. Pero esto no me volverá a pasar. No esta vez, lo siento pero no. Me voy a defender con uñas y dientes porque yo me prometí a mi misma que nunca más iba a volver a dejarme envenenar y a volver a ese abismo del que tanto me costó salir y que afectó no solo mi vida personal sino también mi salud.
Tal vez ahora lo comprendo. Esas personas tóxicas nos sirven para que nosotros mismos sepamos de qué estamos hechos. Tal vez la anterior me preparó para enfrentar ahora esta nueva situación. A esa persona le agradezco entonces porque gracias a ella esta vez no permitiré que vuelvan a pisotear mi dignidad y defenderé lo que es mío y a los que amo.
Consejos amigos y seguidores… hoy necesito consejos….