¿Estás escribiendo un libro? Estos 8 rituales te pueden ayudar con tu inspiración y disciplina.

Todos los escritores sabemos que cuando la inspiración golpea lo hace con fuerza y muchas veces sin avisar. En esos casos toca dejarla entrar y que haga con nosotros lo que quiera. No la podemos detener porque esos momentos en que ella aparece intempestivamente son los más energizantes del proceso creativo. Sin embargo, en el proceso de escribir un libro hay que contar con algo de disciplina y tratar de cumplir con un horario y plan para que la procrastinación no se nos lleve los sueños por delante.

¿Entonces qué hacer? Ya te lo he dicho en posts anteriores, sentarte a escribir y hacerlo un hábito. Que no te de miedo si la inspiración no está allí presente desde el primer momento. A veces para que llegue hay que invitarla. Cada escritor tiene sus preferencias y personalidad. Lo importante es saber que los rituales al escribir te ayudan a enfocarte en la tarea de hacerlo e incentivan tu creatividad. Puedes tener cuantos quieras y llevarlos al extremo que quieras, siempre y cuando te ayuden a crear. Se dice que Truman Capote por ejemplo era muy supersticioso y terminaba sus trabajos siempre un viernes. Ernest Hemingway escribía muchas veces de pie y muy temprano, para tener la tarde libre para beber.

Hoy quiero compartirte estos pasos que por lo menos a mí me han servido. Tu puedes adoptarlos o si quieres añadir tus propios rituales. Verás que en menos de lo que piensas tendrás tu libro en tus manos.

1. Adecúa un ambiente propicio.

Yo soy de esas personas que no puede sentarse a escribir en un café o con gente alrededor. Yo necesito estar a solas. Mi escritorio está en mi cuarto y antes de sentarme a escribir necesito tener todo en orden, que la cama esté tendida, que no haya cosas en el suelo, y una buena luz. Tampoco puedo tener muchas cosas regadas en el escritorio. La clave acá es que te sientas en el ambiente propicio, que no te incomode lo que te rodea para que tu atención se fije en lo que escribes. No necesariamente tienes que estar a solas, si puedes hacerlo en un café y eso te da gusto, ¡adelante!

2. Viste lo más cómodo que puedas.

Dentro de las maravillas de ser escritor está la ventaja de que puedes vestirte como se te de la gana, ¡inclusive no vestirte! quién soy yo para juzgar. Estando en la privacidad de tu casa o en un cuarto de hotel, puedes andar en pijamas y sentirte a gusto. Yo trato de vestir cómoda, que no sienta ni frío ni calor, y nunca tengo zapatos puestos cuando escribo. Nunca visto algo apretado ni que me genere tensión. Comodidad ante todo.

3. Alimenta el cuerpo.

Hay cosas que no puedo hacer con hambre. Una de ellas es sentarme a escribir. Así que antes de hacerlo procuro desayunar (ya que escribo regularmente por las mañanas). Me sirve el dicho de que “barriga llena corazón contento” así que por si acaso, tengo a la mano algún tipo de snack si la idea es sentarme a escribir por varias horas. Algo que no puede faltar en mi mesa es un buen café (soy colombiana al fin y al cabo).   Y no lo niego, cuando escribo en la tarde o en la noche a veces me sirvo un buen vino.

4. Alimenta el alma.

Este ritual es el más reciente que he adoptado pero debo decir con total certeza que es el que más frutos me ha dado. Para alimentar mi alma necesito antes de escribir tomar 10 minutos para callar mi mente y meditar. Este espacio también me sirve para invitar la inspiración a las puertas de mi obra. Le hago un llamado interno. Utilizo música con mantras, o meditación guiada, o simplemente música inspiradora que me conecte con mis sensaciones. Esto también me ayuda a preparar mi día y la tarea que tengo al frente. La meditación me ayuda a poner un alto a todos esos miles de pensamientos diarios y concentrarme en los desafíos del papel en blanco sin importar lo que sea que esté pasando en mi vida. Escribo mejor cuando estoy en paz, cuando siento una sensación de alegría y así disfruto haciéndolo.

5. Utiliza una buena música de fondo.

Gracias al gran YouTube he podido descubrir magníficas colecciones de música para escribir. La música y la inspiración van de la mano para mi. Y es que la música te transporta a lugares, o despierta sentimientos que te ayudan con alguna escena o diálogo. Yo procuro elegir música instrumental pero como en todo, esto es una elección personal y depende lo que a ti te funcione.

6. Desconéctate.

El celular es un gran amigo de la procrastinación. Te distrae con facilidad. Puedes quedarte en él perdiendo el tiempo que podrías estar escribiendo. Lo mismo pasa con la televisión. Tienes un campo de 3 o 4 horas y claro, podrías estar poniéndote al día con tu serie favorita, pero así como lo leí recientemente en un libro. ¿Por qué gastar el tiempo consumiendo la creación de otros cuando podrías estar usándolo para tu propia creación? Lo mejor es apagar todo esto que te puede distraer y ponte a escribir.

7. Escribe en la mejor posición.

 Yo prefiero escribir sentada. Muy pocas veces me ha dado por agarrar el laptop y acostarme a escribir. Pero he leído que muchos autores reconocidos optaban por escribir de manera horizontal. Puedes probar tipo Hemingway y hacerlo de pie. ¡Qué importa! encuentra la mejor posición para ti y ahora así ¡a escribir!

8. ¿Y si te agarra el writer‘s block? Fácil. Da un paseo.

 A veces no hay poder humano que sirva para que la inspiración fluya. Puedes hacer cada uno de estos rituales y sencillamente las palabras no fluyen. En estos casos te recomiendo no forzar la situación y sal a dar un paseo. Conéctate con la naturaleza, o si lo que necesitas es ver gente, ve a un lugar donde puedas tener contacto con los demás, pero distráete. Eso si cuando estés por fuera mantén los ojos bien abiertos y tus sentidos alerta, porque la inspiración puede nacer a tu alrededor y estar allí esperándote sin que te des cuenta.

Cuéntame ¿tienes algún ritual qué agregar? ¿Cuál es tu bebida favorita para escribir? Déjame saber tus comentarios.

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