A todos nos ha sucedido. Por cortas que sean unas vacaciones, o sin importar el lugar en donde hayan sido, el regreso casi siempre es patético. En mi caso, yo llego más cansada de lo que me fui, súper desubicada y sin ánimos de volver a mi rutina. Ahí es cuando envidio la vida de Anthony Bourdain y su trabajo que es precisamente irse de vacaciones. Pero como soy una simple mamá mortal que trabaja en la casa, pues no queda de otra que aterrizar en la realidad.
Cuando regresamos de vacaciones hacemos el inventario. Qué nos gastamos, qué hicimos bien, qué hicimos mal, qué volveríamos a hacer y qué no. Nos encontramos con una pila de papeles y cuentas por pagar, muchos con algún dolor o enfermedad consecuencia del paseo y sus excesos, y a intentar descifrar cómo organizar lo que dejamos desorganizado antes de irnos. Botamos en el primer lugar que encontramos las maletas y decimos “mañana desempaco”, tarea que se convierte en todo un procedimiento doloroso y que puede durar días.
En esas estoy ahora. Contemplando el paisaje que ya no es un mar interminable sino el patio de mi casa. Luchando contra mi propio cuerpo que quiere dormir por tres días e intentando retomar la inspiración que parece que se me ha quedado en el avión. Miro a Khan, mi husky siberiano, quien al parecer es el único miembro de la familia que disfruta del regreso a casa y quien desde anoche que llegó ha estado tirado en el suelo con su barriga hacia el techo, roncando y sin ni siquiera ánimos para levantarse a comer.Ahora en vez de Anthony Bourdain quiero ser Khan.
Sin embargo, lo importante es comenzar. Ya sea por desempacar, organizar papeles, escribir en el blog, hay que dar el primer paso y no parar. Es más, entre más rápido mejor, no hacer el proceso más lento. Hay muchos que recomiendan llegar un día sábado para descansar el domingo y así el lunes retomar el control y hacer lo que haya que hacer. Eso a mi no me funciona. Al mal paso darle prisa, como arrancarse una curita, de manera rápida sin importar el dolor. Llegar a mitad de semana que nos toque por obligación meternos de lleno a la realidad de una vez. Ya con la casa organizada, y la cabeza un poco más clara, mi próximo fin de semana será realmente el de la recuperación.
Pero de todos modos hoy busco desesperadamente consejos. ¿Qué hacen ustedes para recuperarse de las vacaciones?