Lo he dicho con anterioridad. La creación de un libro es algo personal. No todos tenemos el mismo tipo de inspiración, objetivos, gustos, ni estilo de vida. Por eso para mí es algo problemático crear un plan tan específico con promesas de que tendrás tu libro en determinado tiempo o con determinadas características, porque es imposible que tu experiencia sea igual a la mía o a la de los demás. He tenido que sentarme a pensar cómo puedo ayudarte de la mejor manera, con consejos que puedas adaptar a tu propia experiencia y hacerte el camino más corto y más fácil. Ese es mi objetivo, que tu puedas adaptar toda esta información y mis propias experiencias para de una vez por todas lanzarte a escribir tu libro, pero sin promesas porque realmente los resultados de escribirlo dependen de una sola persona: TU. Yo no soy dueña de tu tiempo, ni tus otras responsabilidades, ni estoy en tu cabeza para dirigirte. Pero sí puedo darte un mapa inicial y depende de ti cómo quieras y puedas navegar con él.

En los posts anteriores te mencioné las 3 cosas que necesitas saber antes de empezar y las 5 cosas que te están impidiendo dar ese gran salto. Ahora bien, ya estás aquí en este punto, en frente de la página en blanco. De repente otras preguntas te asaltan, ¿cuánto tiempo tardaré? ¿cuántas palabras necesito escribir en total? ¿es necesario tener una técnica determinada y un plan trazado? Antes de responder a esto voy a contarte cómo fue mi experiencia con mi primer libro.

Yo no tenía la más mínima idea de que tenía que hacer. Claro, el haber estudiado periodismo, haber trabajado en medios y el haber devorado libros de fantasía desde la infancia me ayudó inmensamente de manera técnica. Sabía narrar, describir, tenía una idea del estilo que quería seguir. Pero la verdad, todo comenzó con un escena que escribí un día. Y a partir de allí todo se dio de manera orgánica. Me sentaba a escribir cuando podía y fui hilando la historia por pasos. También tenía un cuaderno con apuntes para no olvidar determinados detalles de mis personajes o de la misma historia. Unos días era fácil, podía sentarme horas a escribir. Otros, simplemente no podía sacar ni una miserable palabra. Me di cuenta de que había momentos en que perdía el ímpetu. Sufrí mucho de esa terrible enfermedad que nos aqueja a todos los escritores: La procrastinación. No tenía un plan específico, no sabía nada de la industria, ni sabía lo que iba a hacer con el libro de llegar a terminarlo. Hasta que un día puse la palabra FIN. Lo que tenía en mis manos era un manuscrito, algo a lo que le había dado vida y una historia que había nacido de una primera escena.

Esto es lo que quiero ayudarte a hacer primero. Ir desde el punto A, es decir el primer día que te sientas a comenzar a escribir, al punto B, el día en que pones “Fin” y tienes un manuscrito inicial, lo que llaman en inglés el primer DRAFT.

Antes de comenzar a darte el plan quiero que sepas algo. Este manuscrito será tu primer paso y es el más emocionante y placentero. Tienes que disfrutar de la creación y en este paso NO te preocupes por hacerlo perfecto. Para eso tendrás tiempo y necesitarás ayuda. Por ahora concéntrate en la parte creativa, en esbozar tu historia, en enriquecer tus personajes y trama, o si estás haciendo un libro de no ficción en ir hilando capítulo a capítulo lo que quieres transmitir. Si se te ocurre el final (porque eso puede pasar), o un personaje que quieres poner más adelante, o si te levantas en medio de la noche con una idea, escríbelo donde puedas. El tiempo para corregir, para llenar vacíos en la historia, para mirar la ortografía, las normas etc. vendrá después. Lo que necesitamos ahora es crear.

Es aquí cuando te recomiendo que sí, debes de tener un plan, algo que te de estructura y un sentimiento de responsabilidad con tu libro. Imagina que quieres saltar en paracaídas por primera vez. Tienes miedo pero al mismo tiempo estás lleno de adrenalina y siempre has querido hacerlo. Pero para eso tienes que tomar un pequeño curso con un instructor y saltar con él. Aprendes sobre el equipo que tienes que usar, cómo debes moverte, que instrucciones debes seguir etc. Y luego te lanzas, arriesgándote pero feliz de haberle dado oportunidad a la experiencia. Una vez caes sabrás si quieres volver a hacerlo o no y tendrás mucha más experiencia y cada salto será más fácil. Cuando yo salté con mi primer libro salté sin instructor. Y aunque lo disfruté la caída fue dolorosa. Claro está, eso no me impidió seguir saltando. Pero ahora con más experiencia puedo hacer la parte de instructor y así nació esta serie de consejos para escritores y este plan. Con él podrás responder a varias de estas preguntas que te aquejan y comenzarás y terminarás el primer borrador de tu libro y lo mejor de todo, a tu medida.

1. Define el género y qué tipo de libro quieres escribir.

   Esto es algo sencillo, teniendo en cuenta que ya tienes una idea definida. Piensa en lo siguiente. ¿Ficción o no ficción? ¿A qué público te quieres dirigir? ¿Cuál es el género literario? ¿Es un cuento o una novela? ¿Tienes que hacer investigación, entrevistas etc? Definir todo esto te ayudará a enfocarte a la hora de escribir.

2. Determina un extensión inicial.

   Es normal si aún no sabes qué vas a hacer con tu libro una vez lo termines. Pero conocer un poco cómo maneja la industria editorial el número de palabras por género literario te puede dar una idea de la extensión ideal para crearlo. Ten en cuenta que estas son reglas muy generales. Tanto las editoriales como el público tienen conceptos muy subjetivos y el número de palabras no tiene que ser así de rígido. Además en cada caso hay variaciones, por ejemplo si es una novela fantástica o una novela romántica, o si lo que quieres escribir es un thriller… lo que quiero que hagas con esto es un planteamiento general para diseñar un plan y un horario de trabajo. En últimas tú tienes la libertad de escribir las palabras que a ti se te de la gana. Porque si el contenido es bueno, lo demás no importa y te darás cuenta de que la misma historia te indicará la extensión que necesitas. Esto es solo para que comiences a crear.

Esta tabla te puede dar una idea:

-Microrelato: máx 500 palabras

-Cuento corto: entre 500 y 18 mil palabras

-Novela corta: entre 20 mil y 80 mil palabras

-Novela: más de 80 mil palabras

-No-Ficción: Desde 25 mil a 80 mil palabras

3. Calcula el tiempo que necesitas para terminar tu libro.

Como ya tienes una idea general del número de palabras, puedes determinar el tiempo que le dedicarás a escribir tu libro. Ponte una meta que se adapte a tus posibilidades, dependiendo de tu trabajo, tus responsabilidades, tu estilo de vida etc. Trata de ser lo más realista posible, esto te evitará un gran nivel de frustración. Es algo que solo tu conoces. Si quieres hacer una novela de 70 mil palabras y terminarla en 3 meses (90 días) por ejemplo necesitarás escribir aproximadamente 777 palabras por día, o 5,500 por semana.

4. Define la hora y días en que te dedicarás a tu libro.

Es decir ponte un horario. esto es como hacer ejercicio. Algunas personas les funciona levantarse a trotar a las 4 de la mañana. Otros lo hacen en la tarde. Algunos no tienen tiempo sino hasta el fin de semana. Pero es crucial que determines un espacio en tu vida para esta tarea y lo más importante para crear el hábito. En mi próximo post te daré consejos de rituales que todo escritor debería tener, así que muy pendiente, porque esto te va a ayudar a que esta actividad sea tu favorita del día y te pondrá en sintonía con tu inspiración.

5. Haz un contrato.

Un escritor independiente puede perder el rumbo muy fácilmente. Crear un contrato para ti mismo te puede ayudar a mantener tu plan para escribir tu libro y no sucumbir a la procrastinación. Si decides puedes hacerlo tan público como lo consideres necesario. Yo aconsejo darle este contrato aunque sea a una persona que sea de tu confianza, de esas personas que te apoyan pero que no tienen miedo de decirte cuando te estás equivocando. Al darle este contrato le darás autorización de que de vez en cuando te pregunte cómo va tu proyecto. O si eres de esas personas a las que les funciona lo de “entre más público mejor” puedes hasta compartirlo en tus redes. Es un gran nivel de compromiso. Si tuvieses un editor sería un contrato real que de incumplirse te metería en problemas. Por ahora esto no es muy difícil:

YO ___________________________ con total uso de todas mis facultades me comprometo a escribir y terminar el primer borrador de mi libro a más tardar el día _______________________.   De incumplirse este contrato estoy atentando contra las posibilidades de ser feliz y cumplir mis sueños.

¡Listo! no tiene que ser más

6. ESCRIBE.

Esta es la regla básica. No es ningún secreto, no tiene ninguna ciencia, no hay fórmulas no hay nada. Escribe. No te pongas excusas ni límites. Ya tienes el tiempo. Estás creando el hábito. Tienes claro cuántas palabras quieres escribir y la misma historia te está dando ideas y pautas. Así que nada puede detenerte ahora. No retrocedas en el proceso ni te enfoques mucho en devolverte a ver que escribiste y corregir y corregir. Ya habrá tiempo para eso. Tu simplemente déjate llevar de la mano con tu historia.

Una cosa más. ESTO NO TIENE QUE SER TAN PSICORÍGIDO. Las reglas pueden romperse. Si eres de esas personas a las que la inspiración les llega de repente y simplemente te puedes sentar a escribir cuando se te de la gana, hazlo. Si en medio de la noche te entraron las ganas de terminar un capítulo hazlo. Si tuviste un sueño o una epifanía y tienes que parar alguna actividad para sentarte a escribir hazlo. Si no tienes una computadora, o si la inspiración te llegó en un avión y lo único que tienes es una servilleta, escribe allí. Una vez se me ocurrió un diálogo mientras me tomaba un vino en el patio de mi apartamento y no tuve tiempo de buscar mi computadora, prenderla etc. Saqué mi celular y en las notas lo escribí. Lo importante es que no pares.

Cuando termines tu primer draft, respira. ¡Lo hiciste! ¡Celébralo! Regálate algo, tomate un tiempo para absorber este gran logro porque no es fácil y no todo el mundo lo hace. Pero que no sea mucho tiempo porque lo que te espera es trabajo por hacer porque te digo algo, esto aun no termina. Hasta ahora está comenzando.

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