En toda historia, el héroe tiene que enfrentar miles de batallas, cada una más difícil que la anterior. Y aunque sabe que su destino es algo que debe enfrentar solo, se rodea de compañeros de causa que le dan su apoyo, de guías que lo aconsejan y protectores que lo defienden. El héroe nace cuando en su corazón acepta todo lo que la vida le pone en frente y lo transforma en oportunidad para su éxito. Crece cuando no mira su destino como su autoridad, pero cuando se ve a sí mismo dirigiendo su propio destino. Lucha cuando alguien amenaza su integridad y la de aquellos que ama. Llora cuando es necesario para aliviar su carga. Ríe cuando identifica en su largo camino las cosas hermosas de la vida. Sin embargo, ser un héroe nunca es fácil. Sus sueños siempre se verán comprometidos, porque los obstáculos siempre se presentan de improviso. Pero el héroe se levanta de cualquier caída, cura sus heridas y continúa soñando, porque sabe que sus sueños son lo más valioso para seguir vivo y no descansa hasta que los ve convertidos en realidad. Siempre habrá personas que lo hieren, pero su sabiduría le hace ver que los pensamientos y actos de otros no están en sus manos, y en silencio ora por sus enemigos. También sabe agradecer por cada aliento, por cada ayuda, por cada triunfo y por cada derrota, porque sabe que en la vida todo es enseñanza y todo tiene su valor. Por eso cuando siente dolor e incertidumbre, reconoce que son esos momentos lo más grandes maestros para desarrollar su fortaleza. El héroe tiene la certeza de que en su corazón están las respuestas a todas sus preguntas, por eso el amor es su mejor arma de defensa. Debe enfrentarse muchas veces a la oscuridad que quiere poseerlo, y la cual en muchas ocasiones le hace cometer errores. Pero cuando esto pasa, el héroe reconoce sus faltas y pide perdón. La historia de un héroe nunca termina, porque su legado es tan poderoso que vive por la eternidad para iluminar el camino de otros héroes.
Todos podemos ser héroes de nuetras propias historias. Está en nuestras manos ser los protagonistas y lanzarnos a vivir la vida de manera heróica, disfrutando cada escenario, cada improvisación, cada persona que entra en nuestras vidas. Cuando pensamos que las cosas no están saliendo bien, cuando nos enfrentamos a los momentos amargos, tenemos la oportunidad de viajar a nuestro interior y ver a ese héroe escondido. Es ahí cuando debemos dejarlo salir y darle nuestra confianza. La confianza en sí mismo es lo que impulsa a una persona a salir adelante, a ser un héroe siendo humano, sin varitas mágicas o bolas de cristal, porque para ser feliz solo se necesita decidir serlo y para cumplir los sueños no se necesitan poderes sobrenaturales, se necesita poder de convencimiento.
Un hurra!!! Por ese héroe que todos llevamos dentro y dos Hurras!!! Por ese héroe amigo que todos tenemos. Si estamos felices, tristes, enojados, frustrados, satisfechos. Esta incondicionalmente, sin juzgarte!!! I love my heroes!! :-*