Digamos que hoy es un día agridulce. Por un lado, cómo no mencionar que es septiembre 11. Y cómo no recordarlo. Por eso quise compartir con ustedes el video de introducción uno de mis chick flicks favoritos (Love Actually), que ofrece un mensaje positivo detrás de un día de horror como aquel; los invito a que lo vean. Love Actually Intro
Por otra parte hoy también hay fútbol y juega mi hermosa selección Colombia, lo cual me llena de emoción.
Es difícil hablar de amor cuando se viven cosas como las que sucedieron ese día hace 11 años. Pero de hecho cada episodio violento en nuestra historia nos ha demostrado con el tiempo que las personas se unen en la tragedia, que los seres humanos aún en las condiciones más adversas se demuestran solidaridad y hay actos de valentía y heroísmo. El problema es que a los demás mortales, aquellos que hemos tenido la fortuna de escapar de hechos como este, aquellos que solo vemos el sufrimiento por televisión o en los libros de historia, estos actos se nos olvidan y muy fácil. Pienso que por eso hay muchos quienes pierden la fe en nuestra raza.
Qué fácil sería que los mayas en verdad hubiesen dictado el fin del mundo para este diciembre y así acabar con esto de una vez? Acabar con tanta violencia y mandarnos a todos a ya saben dónde? Pero no. Creo que Dios (o como quieran llamarle, para mi es Dios) no nos la pondría tan fácil.
A este mundo venimos a luchar y a vivir. Tenemos un corazón que late y personas a nuestro alrededor que amar y servir. Y también somos merecedores de ese amor que otros son capaces de dar, y que a veces por nuestro cinismo, rutina o terquedad no queremos ver. Entonces les invito de verdad a que vean y se den cuenta que el amor sí está en todas partes. No hay que mirar muy lejos. No pierdan la fe en la raza humana porque no todo es malo. Todavía creo en la bondad de las personas y en que así suene cursi, el amor es la herramienta más poderosa para arreglar cualquier situación.
A todos les digo que simplemente soy alguien a la que se le ocurren cosas de vez en cuando. Se lo que es estar en esa situación de dolor en la que uno piensa que nada vale la pena. Pero simplemente vivir vale la pena y solo ese hecho hace que uno deba luchar contra cualquiera que sea esa adversidad que nos rodea. Los dejo con este escrito, dedicado a todos los que estén pasando por alguna adversidad, muchos después de haber perdido a alguien.
Clamor
Todas las nubes han cubierto mi cielo de repente. La lluvia cae sin piedad sobre mi cabeza. No tengo palabras, ni siento mi alma. Tal parece ésta ha salido de mí y se ha convertido en un torbellino que veo muy lejano, difícil de controlar, imposible de frenar.
Con mi fe quebrada me dejo caer al suelo. Con el ánimo vencido me dejo ir hacia la oscuridad a esperar que la tormenta me lleve. Enceguecida por la furia de los vientos y la desaforada fuerza de la naturaleza que se ensaña contra mí, decido morir. Pero nada sucede. Decido gritar. Nadie me escucha.
A lo lejos siento que alguien me llama. Su voz es fuerte, me invita a levantarme. Pero no quiero. Ignorando la voz que repite mi nombre, cierro los ojos. Bendita voz que no deja concentrarme, no deja que me pierda y quiero que todo termine aquí y ahora.
Decido abrir los ojos y buscar esa voz insistente para suplicarle que se calle. Pero sigo sin ver a nadie, solo escucho el clamor que repite mi nombre. Y de repente lo descubro. Esa voz no viene de afuera. Es mi corazón desesperado que me grita con todas sus fuerzas. Siento entonces como bombea la sangre por todo mi cuerpo y mi corazón tiene que recordarme que aún vivo. Que aquí estoy y mientas él siga latiendo, es mi deber levantarme y buscar un lugar donde escampar.
Acepté, actepto y aceptare la invitacion al amor. No hay nada mejor como amar y saber que te aman, como librar las batallas con tu gente y como levantarte de una caída y escuchar que todo estará bien. Gracias a mis verdaderas amigas, especialmente a la escritora de este blog por siempre estar alli.