4 de Julio de 2014. Desde una ciudad norteamericana una hincha colombiana se despierta temprano. Tras pocas horas de sueño gracias a la ansiedad que la ha consumido por días, Se toma su café, porque ese aroma a su país es obligatorio al levantarse. Hoy se celebra el día de la independencia de un país que la ha acogido y en el que tiene ya una vida hecha. Pero hoy su corazón está en su patria. Llora por ello y se sienta a escribir como lo ha hecho cada viernes desde que comenzó el mundial. Pero no puede concentrarse. Sus manos le tiemblan de solo intentar poner un título, no le salen las palabras porque la sola idea de lo que quiere escribir todavía le parece inverosímil.
Colombia juega hoy su primer partido en la historia en la tanda de cuartos de final de la Copa del Mundo. Contra Brasil. En Brasil…. con grandes posibilidades de ganar el partido. Hasta hace unas semanas esto se veía lejano. Muy lejano. Un sueño nada más, pero con el paso de los días se fue convirtiendo en una realidad, de una manera tan natural que los colombianos estamos todos asustados. Porque ha sido así, tan natural, como cuando vimos a Freddy haciéndole un gol a Alemania empatando el partido. Así como los 5 goles a Argentina en el Monumental. Natural…
Los colombianos estamos acostumbrados a sufrir, a llorar, a mirar por la ventana lo que los demás consumen. Siempre ha sido así, tan a pesar de esas dos ocasiones mencionadas en las que Colombia tocó un pedacito de esa gloria que hasta este Mundial estaba reservada para “Los Grandes”. Pero esta vez no. 23 jugadores y un señor que Los dirige, que me recuerda en gran parte a papa pitufo, han logrado que eso cambie. Por primera vez Los colombianos tenemos con qué comprar lo que nos pongan en frente, futbolísticamente hablando, espero entiendan mi analogía. Y no solo eso. Por primera vez el Mundo nos mira diferente. Con respeto. Con admiración. Y por qué no decirlo, hasta con miedo.
Los colombianos, hoy unidos como nunca, vamos a disfrutar de una fiesta. El fútbol nos ha recordado quienes somos, nos ha devuelto las ganas de seguir soñando, no solamente con una copa, también con una paz que también nos merecemos YA. Que no nos de miedo colombianos ni de un rival ni de nosotros mismos, de lo que podemos conseguir. Si algo estamos aprendiendo ahora es que estamos listos. Para ganar la copa y para todo lo que queramos conseguir si seguimos unidos, trabajado juntos, amando nuestra patria, siendo humildes y valientes, y llevando esa alegría en la sangre que nos hace bailar, gritar y abrazarnos unos a otros como lo hacen los muchachos de este equipo. Lo irónico Es q fue un argentino quien vino a recordárnoslo…
Esta tarde mire al colombiano que tiene al lado y sepa que está pensando lo mismo que usted. Está tan ansioso como usted. Sepa que ese colombiano al igual que usted tuvo por 16 años un grito adentro, ese que hoy mas que nunca será escuchado, para que nos oigan en todos los rincones de la Tierra, cuando el Oh Gloria Inmarcesible apague la voz de la torcida en el Castelão. Y entonces Abrácelo. Sírvale un aguardiente, o si lo prefiere rece con él, encomiéndense al Divino Niño, al Sagrado Corazón, al Señor de Los Milagros o a la Virgen de Chiquinquirá. Y luego celebre. Celebre que ganamos. ¡Si ganamos! Cualquiera que sea el marcador los colombianos hoy hacemos historia. Pero si pasamos a la semifinal…. Bueno…. No solo Abrácelo, cuídelo. Y que VIVA COLOMBIA!!! A Ganarle a Brasil!!! ¿Por qué no? ¿Por qué no soñar con la copa!!!! VAMOS CON TODA MI COLOMBIA!!!!!
Los dejo con este comercial de YO CREO