Fútbol

Los Temibles Octavos

Los colombianos estamos viviendo una fiesta. Alrededor del mundo y en el mismo Brasil, muchos somos los que hemos contraído la fiebre amarilla. No es para menos. Después de 16 años de espera no solo llegamos a un mundial sino que además ya estamos en octavos. Pero como buenos colombianos, ya estamos saltando hacia el futuro como si fuésemos en un DeLorean imaginario.

Calmados. Se vale soñar claro, pero camino es lo que nos falta. Primero que todo nos falta un partido y a Japón hay que jugarle como si de todas maneras siguiéramos necesitando puntos.  Obviamente es un alivio poder entrar a este juego sin la presión a la que estamos ya acostumbrados: Si x le gana a y… eso ya es ganancia. Pékerman sabrá como echar sus cartas y hay que confiar en él. Que si mete o no a Faryd, que si pone a descansar a Yepes, que si inicia con Quintero… dejemos que el técnico sea él. Aunque lo reconozco, yo también caigo en el encanto de querer ser Dios y dármelas de directora técnica, como todos los amantes del fútbol lo hacemos.

Ya después de esto se nos vienen los temibles “octavos”  Digo temibles por varias razones: Ninguno de los equipos con los que tenemos la posibilidad de enfrentarnos será fácil. Ninguno. Si quedamos de primeros o de segundos,  cualquiera de estos equipos será un hueso duro de roer (aunque les confieso que me gustaría un partido Colombia vs. Italia). Y siguiendo nuestro vuelo con el DeLorean, en el caso de que lleguemos a cuartos el destino tendrá en el camino equipos aún más temibles.  Ambos caminos tienen rivales impresionantes. Les cuento que por un lado van Brasil y Alemania y por el otro Argentina y Holanda. Así que una vez más, Calmados. Esto es un mundial señoras y señores, todos los equipos son duros y cada vez que se avanza la competencia es más dura.

Lo que tenemos que hacer los colombianos es seguir apoyando a la selección y afrontar estos triunfos tal como nuestros jugadores lo están haciendo, con humildad. Ya está demostrado que este mundial ha sido impredecible y mágico, que lo diga Pinto y toda Costa Rica. Por cierto, lo hecho por los “ticos” deja una de las lecciones más lindas del fútbol, que en este deporte a veces el corazón es mejor herramienta que las piernas…

Sigamos disfrutando de esta fiesta, de nuestra fiebre amarilla, y ojalá en paz. Ya que estamos unidos por la pasión del fútbol, hagamos de ésta una oportunidad para demostrarle al mundo y a nuestros propios dirigentes políticos que Colombia es un pueblo de paz. Los dejo con un divertido video que me encontré, ¡y que siga la fiesta!

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