Me quedo con el patrón y con la reina

Antes que nada, disculpen mi ausencia pero estaba en mi tierra, y estar allí significa detener el tiempo y olvidarse de todo.

Ahora sí a lo que vinimos. Nunca fui amante de las denominadas “narconovelas”, tendencia que se originó ya hace algunos años en Colombia, y que sin duda ha prevalecido y originado mucho raiting.  Sin embargo, a los colombianos, y más a los que vivimos en el exterior, el estigma del narcotráfico no solo nos pesa, también nos avergüenza y nos enfurece.  Me hervía la sangre con una nueva película, novela o serie de capos, prepagos, mulas, sicarios etc… y lo que más me chocaba era que estas producciones eran casi siempre laureadas, premiadas y para muchos dignas de orgullo.  Pero confieso y reconozco que esta visión cambió un poco después de que vi “El Cartel de los Sapos” (La primera temporada, porque la segunda me pareció demasiado caricaturesca).

Entendí como esta tendencia podría llegar a mostrar en algunos casos una realidad desde otros ángulos e incluso de otros países.  Además, podía llegar a ser una plataforma para mostrar el gran talento y calidad de producción de novelas y series en Colombia y Latinoamérica en general. Y eso fue precisamente lo que Telemundo, en compañía de RTI y Antena 3 hicieron con “La Reina del Sur”. Como se dice popularmente, con La Reina la sacaron del estadio. “La Reina del Sur”, adaptación del libro que lleva el mismo nombre escrito por Arturo Pérez-Reverte, no solo contó con una producción impecable. También tuvo la fortuna de tener un casting lleno de talento (sigo pensando que Kate del Castillo tuvo que ser nominada al Emmy), y generó cifras nunca antes vistas por una producción hispana en los Estados Unidos, tanto así que se rumora que la versión “gringa” de La Reina ya está en etapa de pre-producción. La historia de ficción con toques de realidad, narra la vida de Teresa Mendoza, una humilde joven mexicana que por cosas de la vida termina convirtiéndose en una poderosa y temida narcotraficante.

¿Qué podía superar algo así? Pues tenía que ser una historia real con toques de ficción, y cuál mejor que la historia de Pablo Escobar. La producción de Caracol Televisión “El Patrón del Mal”, que también es la adaptación de un libro (La Parábola de Pablo, escrito por Alonso Salazar) solo lleva unas semanas al aire el los Estados Unidos y ya es todo un éxito.  Desde que salió al aire en Colombia, esta producción ha generado gran controversia. En lo personal, creo que ha sido impecablemente manejada por los libretistas, en ningún momento haciendo de ésta una apología a semejante personaje tan oscuro. Pero lo que más me ha llamado la atención, y estoy segura de que no solo a mi, es la impresionante interpretación de Andrés Parra, actor que personifica a Escobar.  Y es que tener que interpretar a un malo real, quien además ya es un personaje odiado por la mayoría, no debe ser fácil.  Y es una interpretación que va más allá del extraordinario parecido físico. Parra logra una personificación visceral y majestuosa de uno de los personajes más enigmáticos y temidos de la historia. Y los demás actores no se quedan atrás…

Pero creo, por lo menos para mi, que este es el fin. Después del Patrón y La Reina ¿qué más puede venir?  Más capos, más prepagos, más mulas y más sicarios creo que solo van a aburrir.  No ceo que nada pueda superar esto, como a mi juicio nada lo pudo hacer en el cine con la historia de la familia Corleone. El Patrón y La Reina pusieron una barra muy alta para el resto; para aquellos que quieren seguir apostándole a la tendencia y los altos raitings que el tema del narcotráfico ha venido produciendo con las telenovelas.  Aunque nunca se sabe…  Pero creo que remover tanto este tema puede no solo ser doloroso, sino también ejercer una influencia en comportamientos a largo plazo, sin importar como se manejen estas historias… ¿qué opinan?